sábado, 4 de noviembre de 2017

Fascículo: "Bicentenario de la Batalla del Catalán"

A modo de complemento de la muestra museográfica sobre la Batalla del Catalán, se publicó el fascículo Bicentenario de la Batalla del Catalán: 1817 - 4 de Enero - 2017. El aporte de la arqueología militar.
En sus 32 páginas color, además de los antecedentes de la mencionada acción militar, se presenta un detallado estudio de los artefactos hallados en el sitio de la batalla y las conclusiones provenientes del análisis de la evidencia física, que arrojaron diferencias que indicarían que el desarrollo del hecho de armas no habría sido tal como se presenta en el relato portugués. Esta característica prueba una vez más la supremacía de la épica sobre la objetividad, que se da frecuentemente en los escritos de los vencedores.


Para adquirir el fascículo
Bicentenario de la Batalla del Catalán: 1817 - 4 de Enero - 2017.
El aporte de la arqueología militar
dirigirse a: 
battlefield.archaeo@gmail.com

Muestra "Bicentenario de la Batalla del Catalán"

En diciembre de 2016, con el patrocinio de la Intendencia Departamental de Artigas, Campos de Honor y la Asociación de Amigos de los Museos Militares del Ejército produjeron e inauguraron una muestra museográfica permanente para conmemorar el Bicentenario de la Batalla del Catalán (4.1.1817).
El análisis de la evidencia física hallada en el sitio de la batalla permitió determinar que el ataque de las fuerzas artiguistas estuvo orientado a destruir al ejército invasor en su propio campo. Por otro lado, los criollos no fueron repelidos ni dispersados de inmediato, según consta en el relato portugués. Dos siglos después, se puede afirmar que los orientales honraron su derrota.

Imágenes por cortesía de la Unidad de Comunicación de la
Intendencia Departamental de Artigas

sábado, 25 de marzo de 2017

Libro "Tras las huellas de León de Palleja"


En diciembre de 2015, con el patrocinio de la Asociación de Amigos del Batallón "Florida" de Infantería N°1 se publicó el libro Tras las huellas de León de Palleja: Arqueología en el sitio de la batalla de Boquerón del Sauce, prologado por el General de Ejército Guido Manini Ríos, Comandante en Jefe del Ejército Nacional.
A lo largo de sus 94 páginas, además de los antecedentes de la batalla de Boquerón del Sauce y de los resultados y conclusiones de la prospección arqueológica, se presenta un detallado e ilustrado estudio de los atributos metálicos (botones, distintivos y hebillas) de los uniformes utilizados por los cuatro ejércitos beligerantes en la Guerra de la Triple Alianza. Las fuentes principales de este análisis son los artefactos hallados en el área y exhibidos en los museos de sitio del Departamento del Ñeembucú, ubicado al suroeste de Paraguay, teatro principal de la Campaña de Humaitá o Campaña del Cuadrilátero (1866-1868).

El equipo de trabajo del
Proyecto arqueológico binacional Paraguay-Uruguay “Boquerón del Sauce”
en el ingreso del boquerón Norte. 
De izq. a der.: Sergio Ríos, Marcelo Díaz Buschiazzo, Ruth Alison Benítez, 
Diego M. Lascano, teniente coronel Wilfredo Paiva y coronel Roberto Velasco. 
(Foto por cortesía de László Erdélyi, diario El País)

Boquerón Norte, fotografiado 148 años después de la batalla por László Erdélyi. 

A continuación, imágenes de algunas de las tareas desarrolladas durante la prospección arqueológica y detalle de parte de la evidencia material hallada en el sitio.

Los ingredientes de este “guiso de porotos”, denominado así familiarmente por el corresponsal del diario El País, son 42 proyectiles esféricos de plomo sin impactar, calibres .67 y .71; nueve proyectiles cilindro-ojivales de plomo tipo Minié y otro similar tipo Enfield, calibres .53, .57, .59 y .61, de matrices distintas, seis de ellos impactados; dos pedernales de sílex para llave de chispa, y una cápsula fulminante 
para llave de percusión. 

Estos 55 artefactos, distribuidos en un área de apenas 40 centímetros de lado y a 60 metros de la trinchera, sintetizan en una superficie mínima el rango cronológico de la amplia variedad de armamento portátil utilizada durante la Guerra de la Triple Alianza, cuya fabricación va desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la década de 1860.
Entre las hipótesis acerca del origen de este material, se considera la posibilidad de que este conjunto tan diverso fuera transportado en un morral o bolsa de tela por un servidor de las tropas aliadas atacantes. Por otro lado, el portador podría haber sido un recolector paraguayo, encargado de recuperar el material bélico para su reutilización, que hubiera extraviado la carga en un momento diferente al del combate del 18 de julio de 1866. Los proyectiles del tipo Minié impactados podrían inclinar la balanza hacia esta última opción.

Soldado muerto junto a su morral en un detalle del cuadro
Ataque de la 3ª División del 2º Cuerpo de Ejército, de Francisco Fortuny.

Fragmentos de bomba de 68 libras y de granada sistema La Hitte 

Entre el material de artillería hallado en el sitio, se destaca el fragmento de una bomba de 68 libras, probablemente lanzada por los paraguayos, en la que puede observarse el oído y la anilla de sujeción para su transporte.
Por otro lado, es de remarcar un fragmento de granada sistema La Hitte, que aún conserva su tetón de plomo. Esta esquirla podría provenir de la artillería aliada, producto del fuego previo al asalto de la trinchera.

Hebilla M1845

Esta hebilla de bronce convexa, lisa, del tipo M1845, fue hallada entre una gran concentración de proyectiles. Las tropas de las Guardias Nacionales de Argentina y algunos integrantes del Batallón Florida utilizaban material del mismo tipo.

Bocavaina de bayoneta Enfield

Esta bocavaina o brocal de vaina de bayoneta triangular para fusil Enfield fue detectada a diez metros de la hebilla, lo que refuerza la idea sobre el considerable número de bajas aliadas en dicho sector. Es conocido que los paraguayos no utilizaban vainas para sus bayonetas. El coronel Palleja hizo una detallada descripción de esta particularidad: "No llevan vaina de bayoneta, esta se vuelve con la punta para abajo y se sujeta a la boca del cañón con un tiento".

Proyectiles del tipo Minié hallados en superficie 


Para adquirir el libro Tras las huellas de León de Palleja: 
Arqueología en el sitio de la batalla de Boquerón del Sauce
dirigirse a: 
battlefield.archaeo@gmail.com

martes, 7 de abril de 2015

"Campos de Honor" en la prensa chilena

En su edición impresa del 22 de marzo de 2015, el diario La Tercera de Santiago de Chile hizo mención de las observaciones acerca de las granadas disparadas por los buques británicos el 14 de marzo de 1915, que continúan activas en distintos sectores de la Isla Robinson Crusoe.



lunes, 6 de abril de 2015

Combate naval de Más a Tierra (1915)

Hundimiento del crucero alemán SMS Dresden

Primera Guerra Mundial / 1915 / Isla Más a Tierra (actualmente Robinson Crusoe - Chile)

Luego de unirse a la Escuadra del Este Asiático del vicealmirante Graf von Spee en la isla de Pascua, el SMS Dresden combatió en la Batalla de Coronel, en la que fue hundido el escuadrón británico del contralmirante Cradock, y poco tiempo después pudo escapar de la destrucción de su escuadra en la Batalla de las Malvinas. El Dresden permaneció oculto durante tres meses en los fiordos de la Patagonia chilena y salió al Pacífico en busca de carbón, recalando en la isla Más a Tierra. El 14 de marzo de 1915, fue cercado por los cruceros británicos HMS Glasgow y HMS Kent y el mercante artillado HMS Orama. Después de un breve combate, el Dresden fue autohundido por su tripulación.

Reconocimiento y análisis del material de la artillería naval británica que permanece en la Isla Robinson Crusoe


Dada su exhaustiva investigación sobre la saga del vicealmirante Graf von Spee y su escuadra de cruceros, plasmada en dos libros publicados en Chile, el Director de Campos de Honor fue invitado por el Centro Interdisciplinario de Estudios Oceánicos, dependiente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, a participar en el seminario En la Ruta del Dresden, a realizarse a bordo del buque AP-41 Aquiles de la Armada de Chile, durante el viaje a la isla Robinson Crusoe donde se conmemoraría el centenario del hundimiento del crucero liviano alemán (14.03.1915).


Homenaje a los caídos del SMS Dresden
en el centenario del hundimiento del crucero alemán

Una vez en el poblado de San Juan Bautista de Robinson Crusoe y luego de realizar en el cementerio local el homenaje a los tripulantes del Dresden caídos en combate, se procedió a visitar uno de los sitios en donde aún se encuentran incrustados los proyectiles (granadas) disparados por los cruceros británicos. Evidentemente, estos "tiros largos" no dieron en su objetivo y penetraron más de medio metro en un sector de terreno blando de la ladera contigua a la costa, entre el poblado y la Punta San Carlos.
Hechas las observaciones y mediciones pertinentes, junto con el historiador naval chileno Fernando Wilson se pudo comprobar que las granadas de 6 pulgadas (15,25 cm), que aún permanecen activas o "vivas", provinieron de la artillería principal del HMS Kent, dados la posición y el ángulo de tiro de dicho crucero durante la acción.


En el sector opuesto de la Bahía Cumberland también cayeron proyectiles del mismo calibre disparados por los cañones de 6 pulgadas del HMS Glasgow. Como testimonio fehaciente de ello, se tomó contacto directo con una granada hallada luego de realizar movimientos de tierra con una retroexcavadora en una de las construcciones costeras severamente afectadas por el maremoto del 27 de febrero de 2010, secuela del terremoto de 8,8 grados Richter en el sur de Chile.
El mencionado proyectil se encontraba adornando, a modo de "trofeo", un sector del jardín de una posada. Ante la enorme sorpresa del Director de Campos de Honor y del historiador Fernando Wilson, se pudo observar la falta de la espoleta (probablemente removida o desparecida por la corrosión) y la existencia de ácido pícrico o Lyddite (lidita), con su brillante y característica coloración amarilla, en la cavidad de la misma.
Rápidamente, se procedió a informar a los propietarios del lugar acerca de los riesgos eventuales de manipular inadecuadamente o conservar un proyectil activo de esas características en una zona habitada. Por ello, se dio parte a las autoridades de la isla para que tomaran en cuenta la posibilidad de que artificieros de la Armada de Chile desactivaran la granada, sin destruirla, ya que se trata de material patrimonial.


Diagrama de granadas de 6 pulgadas de Lyddite utilizadas por
la Royal Navy durante la Primera Guerra Mundial 

Cabe acotar que además de los proyectiles incrustados en la laderas adyacentes al poblado, inmediatamente después de culminado el combate se hallaron dos granadas sin explotar sobre terreno blando. Por otro lado, el Gobernador Marítimo recibió varios reclamos de los isleños a causa de los daños provocados por los británicos, entre ellos, la rotura de un depósito de langostas y la huida de una vaca al caer un proyectil en su corral. El gobernador presentó las quejas por escrito ante el comandante del Glasgow quien, luego de exponer sus razones, pidió las disculpas del caso y ofreció indemnizar a los afectados inmediatamente. Poco después, el contador del crucero inglés entregó pequeñas sumas en libras de oro contra los correspondientes recibos.
Presumiblemente, un grupo de marinos ingleses se internó en la isla en busca de los "testimonios" de su presencia, llegando a pagar para recuperarlos.

Isleño posando junto al producto de la fragmentación de un proyectil

Granada de 6 pulgadas británica hallada en terreno blando

A modo de corolario de este análisis de material vinculado al combate naval de Más a Tierra, se pudo estudiar otro proyectil incrustado, pero del tipo esférico. Si bien no fue posible determinar si se trataba de una granada o bala rasa, quedó claro que debe haber provenido de algún buque que atacó la isla durante el siglo XVIII o XIX.



Finalmente, mientras las granadas británicas sigan intactas, el combate naval de Más a Tierra no habrá terminado...